domingo, 8 de febrero de 2009

El país de las Maravillas del Amor


El amor es siempre un terreno nuevo, inexplorado
No se repiten las sensaciones.
La dinámica del corazón y sus caprichos es siempre
única e incomparable.
Pues siempre son únicos en su conjugación,
el subjeto y el objeto del amor,
como lo son el momento y las circunstancias.
De toda nueva combinación saldrá siempre algo exclusivo.
El amor, el "reparador de sueños",
es experto en cogernos desprevenidos.
Entra de noche y nos reconfigura la mente
en función del corazón.
Una vez despiertos,
confusos, nos empeñamos en encontrar el canal,
para descifrar las nuevas frecuencias que anuncian...
un orden completamente desordenado!
Entra como virus a deconstruir nuestro mundo de importancias y relevancias.
Ni los íconos de la guardapantallas son los mismos.
Nos reta en lo más profundo de nuestra individualidad.
Nos desarma y nos quita la máscara.
El amor es siempre un nuevo amanecer.
Nuevos paisajes que comparamos por costumbre
con los ya conocidos.
Pero el sol no siempre "cuelga de la esquina",
ni las nubes son azules.
Tampoco las mariposas tienen por qué poblar el estomago,
ni las flechas de Cupido atravesarnos el pecho.
En el País de las Maravillas,
hacen falta nuevas imágenes,
para entender y describir lo desconocido.
Alicia lo sabía....
Pero como adultos limitados que somos,
nos encontramos con el dilema de las nuevas palabras que pretenden describrir lo nuevo,
y que por lo tanto nadie entiende,
ni nosotros mismos.
Ahí es cuando empezamos a entender
que el Arte de Amar
comienza por dejarse llevar por los nuevos paisajes,
con todos los sentidos dispuestos a descubrir lo desconocido,
y dejar atrás las viejas escalas para medir la felicidad.
Comienza por inventar ese nuevo lenguaje
capaz de comunicar los nuevos significados.
Ya no sólos, sino acompañados.
Y no importa que no nos entiendan los demás... ;)
Al fin y al cabo ese nuevo país es NUESTRO
Y en el mundo de ese amor,
no habrá nunca nadie más que dos.

Vanidades

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